En Tijuana, el gobierno no llega ni a peso pluma

Aunque no comparto el gusto por este fenómeno musical llamado corridos tumbados y puesto moda por Hassan Emilio Kabande Lajia, conocido como Peso Pluma, debemos reconocer su gran importancia en al ámbito musical internacional y la fama que hoy lo acompaña. Sin duda, es el personaje del momento y por esa razón me pareció relevante el escándalo que se generó esta semana en Tijuana por la colocación de tres mantas con amenazas de muerte al cantante, presuntamente atribuidas al CJNG.

Con la torpeza habitual, el gobierno municipal de Tijuana, a través de su titular Montserrat Caballero, no supo reaccionar con estrategia ante lo ocurrido y las declaraciones de la munícipe carecieron de lógica o entendimiento de las circunstancias; lo cual suma a un patrón de declaraciones desafortunadas que son el sello de la casa.

Basta recordar sus palabras el 13 de agosto del 2022 cuando pidió al crimen organizado que: “cobren las facturas a quienes no les pagaron y no a las familias de ese municipio”, declaración que, por cierto, es una clara apología delictiva. O la del 19 de abril de este año donde afirmó que “en Tijuana no tenemos ni secuestros ni desapariciones”, cuando la propia fiscalía informó de 8 denuncias en al año 2022; además de la del pasado 09 de julio, cuando, en un discurso motivacional a niños de primaria de la región fronteriza, les dijo: “qué bueno que se fueron sus papás porque solo estorban”.

Por si fuera poco, cada una de estas declaraciones se acompaña siempre de una pésima decisión. Por ejemplo, en junio de este año, Montserrat Caballero, se fue a vivir al cuartel militar de Tijuana por presuntas amenazas del crimen organizado. Esta fue una decisión inédita que provocó mayor temor e incertidumbre en la sociedad tijuanense, víctima de un ambiente criminal cada vez más común. Por otra parte, el actual gobierno de la munícipe lleva a cuestas una percepción de corrupción persistente que se acompaña de la nula presencia institucional en temas medulares para el municipio.

En estos momentos, Tijuana tiene la percepción de ser una de las ciudades más violentas del mundo y se ubica en el quinto lugar con el mayor número de homicidios por cada 100 mil habitantes. Al ser cuestionada por la presencia de las narcomantas que amenazaban la vida del cantante, la presidenta municipal, más allá de brindar una explicación que ayudara a aminorar el impacto mediático de la situación, sus palabras sirvieron para catapultar el suceso hacia el escenario internacional, pues ella misma sugirió un riesgo real del cantante y de las ciudadanía, mostrando una vez más su nulo entendimiento de la realidad delictiva de la ciudad que gobierna, además de hacer una crítica directa al cantante por el tono de sus melodías como apología del delito.

La hábil respuesta de Peso Pluma se dio, ni más ni menos, que en la edición 40 de los MTV Video Music Awards, en Nueva Jersey, el pasado martes 12 de septiembre, un evento de suma relevancia internacional y con enorme impacto en redes sociales. El cantante, ante la supuesta amenaza, simplemente pidió que la gente lo siga queriendo, restándole importancia al asunto y quedó como una amenaza más que miles de mexicanos viven cotidianamente como las extorsiones, por ejemplo.

Montserrat Caballero debió hacer lo propio dándole al hecho su justa dimensión y simplemente responder que se investiga a fondo, pero que se duda sustancialmente de la veracidad de las amenazas; acto seguido, ponderar la detención realizada, garantizar a residentes y visitantes la institucionalidad y seguridad de la ciudad que se gobierna, y nunca revictimizar al objetivo de la amenaza, justificándola solo porque el producto musical de Peso Pluma  hace “apología del delito”.

No obstante, esto tan sencillo de entender es demasiado para quienes han tenido la suerte de ser beneficiarios de la “fortuna política”, esa que te ubica en el puesto, pero que no te da la capacidad para ejercerlo, como ocurre con una gran cantidad de gobernantes en entidades de todo el país, como Morelos, con Cuauhtémoc Blanco, quien pretende gobernar ahora la Ciudad de México.

Alberto Capella